martes, 3 de mayo de 2016

Renato Sandoval: Poesía de puro corazón



Por Winston Orrillo
03/05/16

¿Quiero escribir pero me sale espuma?"
Vallejo


Acaba de culminar la III FIP de Lima. No sería una hipérbole llamar a ella una verdadera orgía poética.

Nunca se han visto tantos lugares y tantos poetas movilizados por la palabra encarnada en versos o prosa lírica, en nuestra bienamada Limalahorrible.

El que esto escribe, por razones fortuitas, ha estado en algunos festivales mundiales de Literatura y/o Poesía, como los de Moscú o Sofia, verbi gratia, y ha sabido que, para organizarlos, se movilizaba todo un Ministerio de Cultura o entidades idóneas, pues no se trata solo de los bardos asistentes (se entiende, pasajes), sino de los lugares donde van a residir y las heteróclitas movilidades usadas para arribar, por fin, a los lugares donde desplegarán las alas de su verbo literario.

Nuestra III FIP de Lima, en cambio, ha sido centralizada en un solo nombre, no de funcionario, sino de gran poeta, de un lírico de polendas como Renato Sandoval Bacigalupo que, para mayores señas, venía con serias afecciones cardiacas (tantas que se halla presto a un trasplante de corazón): y en esas condiciones, ha organizado, entre el 13 y el 15 de abril últimos, una verdadera maratón poética que no sólo reuniera a 105 bardos de prácticamente el mundo entero, sino que ha movilizado lugres poco menos que surrealistas, como el Establecimiento Penitenciario Ancón II (que será nuestra venidera residencia de triunfar el keikismo en nuestro medio, dicho entre trémulos paréntesis).

Aquí, Cristina Domeneche, de Argentina, pronunció una impactante charla con el título de La poesía libera el alma.

Pero, en general, se ha leído poesía, y se ha hecho uso (gran acierto, asimismo,  del micrófono abierto) en lugares como Villa El Salvador, Jesús María, Cercado de Lima (Casa de la Literatura Peruana, Centro Cultural de España,  Parque de la Exposición, Centro Cultural Garcilaso), San  Borja; Parque de la Cruz, Pérgola de su Parque (Barranco), Alianza Francesa de San Borja y Miraflores, Centro Cultural El Olivar de San Isidro; más Miraflores: Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social, Huaca Pucllana, Fondo de Cultura Económica, Parque del Amor, Auditorio del Colegio Médico. Et. Al.
Aquí nos distribuimos los 105 poetas invitados, extranjeros y peruanos.

Sería una lista telefónica incluirlos a todos; simplemente decimos que (30 países), pocas o ninguna más ocasiones habrá, de compartir mesas de lecturas con bardos de Luxemburgo ,China, Suiza, Marruecos, Rusia, Puerto Rico, Uruguay, Colombia, Irak, Países Bajos, Venezuela, Paraguay, Suecia, Bolivia, Israel, Argentina, entre varios otros.

Y, llamamos la atención sobre lo pulquérrima de la organización que supo invitar y acomodar a figuras mundiales de la poesía, no por obra y gracia de un Organismo especializado, sino por la voluntad, y el puro corazón de nuestro grande Renato Sandoval Bacigalupo quien, eso sí, reunió a un eficacísimo equipo de colaboradores para que no fallara la ubicación y el lugar asignado para los 105 poetas que, en 27 recitales, amén de las participaciones musicales (Taller de décimas y canción popular, por Zeijo Cortez, Enrique Mesías y Manuel Jiménez Sologuren).


Para ello –sui géneris inteligencia organizativa de R.S.B., dividió los colaboradores en Auspiciadores y Aliados del Festival: la enunciación sería extremadamente fatigosa, pero señalamos que ninguna Institución que se respete a sí misma, dejó de estar presente en esta Feria Internacional del Talento y la creación poéticas.

Ergo, el Festival – el III-Internacional de Poesía de Lima, concluyó con un éxito rotundo y paradigmático, pues, aparte de las lecturas y plática líricas en sí, hubo actividades sociales en la inauguración y la clausura de un evento que se ha logrado, no hay que dejar de decirlo nunca, por favor, merced al trabajo ímprobo de Renato y sus colaboradores inmediatos que, en el colmo de la atención, hasta ponían la movilidad para trasladarte al lugar de tu presentación. 

Y, a riesgo de que se queden, por cierto,  algunos nombres, relevo el gusto de haber estado en un certamen como el cumplido, al lado de bardos (primero, los foráneos, por cierto) de la talla de Yevstushenko, de Rusia; Cees Nooteboom, de los Países Bajos; Mairym Cruz Bernal, de Puerto Rico; Juan Manuel Roca, de Colombia; Jotamario Arbeláez, de Colombia; Gabriel Chávez Casazola, de Bolivia;  Francisco de Assis, de Nicaragua; Ana María Intili y Jorge Boccanegra, de Argentina, para solo citar algunos nombres.

Y, entre los peruanos, Leoncio Bueno, Arturo Corcuera, Carlos Germán Belli, Manuel Pantigoso, Enrique Verástegui, Ricardo Silva Santisteban, Rodolfo Ibarra, Sonia Luz Carrillo, Dimas Arrieta, , Jorge Luis Roncal, Jorge Pimentel, Ana María García, Marita Troiano, Mariela Dreyfus,  Ana María Gazzolo, Luis Eduardo García, David Novoa y, por cierto, Renato Sandoval Bacigalupo.

Poesía, pues, de puro corazón, lo que nos demuestra que, un hombre íntegro y debidamente motivado, puede llevar adelante la palabra de las musas y hacer que su eco no deje de sonar.

Porque hacer poesía es votar por la vida, por la trascendencia, lo que se halla, inmejorablemente resumido en el leitmotiv de esta FIP: “Todo lo imaginable es posible”.

¡Así sea!

¡Y así fue!

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